De la élite a lo habitual

Historia

Pero el automóvil no era simplemente un monstruo moderno que se movía rápidamente. Poco a poco fue perdiendo su pátina de lujo y se reveló como un medio de transporte práctico y útil.

La idea brilló en varios anuncios europeos en los que se desmitificaba el coche y el conductor y se los hacía más accesibles, pero este enfoque encontró su expresión más coherente y convincente en la publicidad estadounidense.

Y, de hecho, es lógico que encontremos un mensaje más equilibrado en un país donde el automóvil ya era el medio de muchos, estaba de hecho en el centro de una civilización cuyas grandes distancias estaban conectadas por vehículos de motor; un mensaje que no recurrió a ilustraciones para resaltar el refinamiento a toda costa, sino que se planteó en una relación más estricta con el texto; que actuaba de manera menos explícita pero más profunda en la imaginación del consumidor.

Esta idea de publicidad se generalizaría también en Europa, llegando en distintos momentos a distintos países, y se afirmaría definitivamente después de la Segunda Guerra Mundial. Mientras tanto, el irresistible impulso de la fotografía la hizo surgir junto a la ilustración publicitaria.