Historia
Más visibilidad
RegresarLa captación del clientelismo motorizado empezó con moderación, pero en cuanto se pusieron en marcha los mecanismos de competencia quedó claro que para incrementar el negocio era necesario tener buenas ubicaciones y una visibilidad óptima.
Para conseguir esto último, alguien se inspiró en los farolillos que por las noches iluminaban las entradas de otro tipo de establecimientos, y poco después el surtidor de gasolina pasó a ser iluminado por el anuncio esféricos.
En su superficie estaba indicado el tipo de mercancía que se vendía: gasolina, gas filtrado, etc., pero al cabo de un tiempo tal precisión se volvió superflua.
Dado que se trataba de combustible, los anuncios esféricos empezaron a indicar la marca, o mejor dicho, la marca de la empresa: logotipos simples, nombres derivados de imágenes populares o inventados en consecuencia, unidos por fuertes combinaciones de colores a imágenes destinadas a enganchar al cliente.
La utilidad práctica del globo terráqueo era innegable, especialmente en aquellas estaciones que ofrecían diferentes marcas de combustible: bastaba con mirar la parte superior del surtidor para saber exactamente cuál entraría en el tanque.
Para las imponentes bombas de la época, este agradable punto de atención se convirtió inmediatamente en un elemento esencial de equilibrio cuya presencia se asumió y se dio por sentada en la fase de diseño.
