Orígenes americanos
1908. Modelo T de Ford
RegresarLa disponibilidad de estos nuevos surtidores, la proliferación de estaciones de servicio y la expansión general de la motorización tuvieron un efecto multiplicador recíproco: si el creciente número de automóviles fomentó la instalación de nuevos surtidores, la consiguiente accesibilidad a la gasolina abrió las puertas a un acceso, uso y difusión más amplios de los vehículos de motor.
En 1908, con el Modelo T de Ford, el automóvil dejó de ser un privilegio y la distribución de combustible dio pasos de gigante en términos de eficiencia y seguridad. La carcasa de madera, algo improvisada, de la primera bomba auto dosificadora de almacenamiento de gasolina Bowser fue sustituida por otras metálicas, más sólidas y no exentas de cierta elegancia.
Los nuevos surtidores se encontraban al borde de la carretera o en zonas especialmente habilitadas fuera de la carretera, donde se podía rellenar sin obstaculizar el flujo del tráfico. Otras versiones sin carcasa se pusieron a disposición de empresas privadas, talleres y talleres de reparación, las más sencillas de las cuales se parecían a bombas de bicicleta.
Se generalizó el uso de tanques subterráneos, siendo esta la solución más segura y también la más lógica, dado que las bombas necesariamente debían extraer su contenido desde abajo.
Hacia 1919 aparecieron los primeros anuncios iluminados, que se colocaban encima de un poste y llevaban información genérica como Gasolina o Gasolina Filtrada. Las bombas auto dosificadoras móviles montadas en vagones cisterna resultaron ser útiles auxiliares de las bombas fijas, especialmente en los garajes y en los comercios secundarios.